Microcréditos: cómo la conectividad global puede abrir miles de posibilidades

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En países subdesarrollados y en vías de desarrollo, pequeños créditos otorgados a través de Internet pueden tener un enorme impacto.

La modernización de países en vías de desarrollo ha ayudado a reducir la pobreza mundial, pero hoy más de la mitad mundial todavía vive en la carencia, según el Centro de Investigación Pew. De acuerdo con el Banco Mundial, estar en situación de extrema pobreza significa subsistir por menos de aproximadamente $36 pesos. Incluso en países muy subdesarrollados, eso significa vivir al borde de la inanición.

África subsahariana es la región más afectada. En esta región, cuatro de cada 10 personas viven en pobreza extrema. En países como Mozambique, Costa de Marfil y Tanzania, más del 90 por ciento de la población sobrevive con menos de $105 pesos al día.

Las grandes organizaciones como el Banco Mundial y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) continúan combatiendo el problema a escala global, pero el reto de erradicar la pobreza extrema ha dado un giro mucho más personal y positivo gracias a la conectividad a Internet.

Los microcréditos cambian vidas

Los microcréditos obtenidos a través de internet han ayudado a disminuir la pobreza extrema de manera directa, motivando a muchas personas empobrecidas que anhelan una vida mejor.

Pero estos préstamos no son por caridad: son pequeñas cantidades de dinero, a menudo menos de $950 pesos, prestadas a través de Internet a pequeños emprendedores de países empobrecidos.

Los préstamos se utilizan para todo tipo de actividades, desde ayudar a los dueños de negocios a comprar alimentos y ropa para venderlos, hasta comprar un carrito para llevar sus productos al mercado local. También se pueden usar microcréditos para comprar las materias primas que el pequeño emprendedor necesita para hacer sus cestas o ropa.

Todo el dinero se transfiere a través de Internet a través de un servicio en línea sin fines de lucro. En muchos casos, organizaciones relacionadas al rubro ayudan con los desembolsos y los reembolsos.

Kiva, una organización sin fines de lucro que opera desde 2005, es uno de los servicios de microcréditos más importantes, cuyo modelo de negocio es simple: conecta a las personas que necesitan ayuda con las personas que pueden ayudar. En lo que va de 2019, personas de 82 países, incluido Estados Unidos, utilizan Kiva para prestar y recibir microcréditos con la finalidad de mejorar sus vidas.

La plataforma funciona de manera muy similar a GoFundMe, excepto que los contribuyentes son prestamistas, no donantes. Aquellos que prestan el dinero crean una cuenta en línea y depositan una cantidad.

No es difícil encontrar una causa digna: el sitio web de Kiva tiene páginas y páginas llenas de personas que harían buen uso de ese dinero. Todas tienen un perfil con una breve historia sobre quiénes son y cómo quieren usar el préstamo para desarrollar su negocio. Los prestamistas pueden darlo todo a una sola persona o repartir cantidades más pequeñas a varios emprendedores. También pueden hacer un seguimiento del progreso de su préstamo a medida que se devuelve.

Números crecientes

Hasta la fecha, más de tres millones de personas se han beneficiado de los microcréditos de Kiva y arriba de 22.7 millones de pesos han cambiado de manos en todo el mundo, otorgados por casi dos millones de prestamistas.

Y casi todo ha pasado por Internet. Pero no hace falta mucha investigación para descubrir que los países donde más se necesitan este tipo de préstamos son a menudo los que tienen las tasas más bajas de conectividad en línea. Para muchos de estos casos, un satélite puede ser la mejor oportunidad para obtener la conexión necesaria con el fin de participar en un programa de microcrédito.

En 2018, implementamos nuestro servicio de Wi-Fi Comunitario en todo México, permitiendo que las personas con recursos limitados se conecten incluso en áreas muy remotas. Pronto llegaremos a otros países de América Latina. En 2020 lanzaremos el primer satélite de nuestra constelación ViaSat-3, con la que buscamos convertirnos muy pronto en el primer proveedor mundial de servicios de Internet del mundo.

Mantener conectados a los más vulnerables tiene todo tipo de beneficios, como la reducción de la pobreza, el incremento de oportunidades educativas y la mejoría en la calidad de vida de las propias comunidades. Queremos proveer el servicio de Internet en todos los lugares sin conectividad, permitiendo el acceso a beneficios como los microcréditos, que pueden llegar a hacer una gran diferencia en la calidad y estilo de vida de las personas.

Alex Miller