En este segundo artículo de nuestra serie Cyber 101, el experto en ciberseguridad de Viasat, Lee Chieffalo, muestra cómo podemos protegernos para no compartir demasiado en línea.
En México, de acuerdo a información proveída por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, más de 33 millones de personas en el mundo, 1 de cada 4, han sido afectadas por el cibercrimen, que comprende robo de información personal.
“Nuestra información personal es lo más valioso para casi todas las empresas en línea del mundo”, dice el director técnico de Viasat, Lee Chieffalo, que se especializa en ciberseguridad para el sector gubernamental. “Muchas de ellas ganan dinero vendiendo dichos datos. Y hay otros que podrían estar tomando tu información y vendiéndosela a fuentes poco confiables.
“Pero hay cosas que puedes hacer. No puedes protegerte al 100%, pero puedes ponérselos más difícil y dejar esa vara un poco más alta”.
Eso puede marcar una diferencia fundamental, no solo en tu experiencia en línea, sino incluso en la seguridad de tus finanzas.
Técnicas como el pharming y phishing (estafas que utilizan sitios web corruptos o secuestrados, así como correos electrónicos con enlaces a sitios web falsos) buscan información personal y podrían conducir al robo de identidad.
Identificar el robo puede tener repercusiones duraderas en tu privacidad digital, finanzas y reputación en línea.
Los anuncios dirigidos, las ventanas emergentes y otras invasiones de la privacidad en línea que resultan de la recopilación de datos son las consecuencias menores, pero aún así molestas, de tener información personal en línea.
Todo es un efecto secundario desafortunado de la vida en línea, algo negativo en medio de los vastos beneficios de Internet.
Pero también lo podemos minimizar. Aquí hay algunas formas de reducir tu exposición en línea:
No des clic en enlaces desconocidos
Si recibes un correo electrónico que parece provenir de una empresa con la que haces negocios, no hagas clic en ningún enlace o archivo adjunto antes de verificar que efectivamente es de esa empresa. A veces, basta con pasar el cursor sobre la dirección de correo electrónico para revelar que proviene de una dirección extraña en lugar de una empresa legítima. Mejor aún, ve directamente a la página de dicha empresa y contactáctala ahí.
Recuerda que su dirección debe comenzar con “https” y no con “http”. Esto último es una señal de que el sitio puede estar dañado. Los sitios web y enlaces corruptos también pueden tener errores de ortografía y fuentes, diseños desconocidos o colores raros.
Usa más de una cuenta de correo electrónico
Designa una para información confidencial, como banco y finanzas, y mantenla privada. Utiliza una segunda para registrarte en listas, boletines, cupones, citas de rutina y otras actividades similares. Reserva una tercera para comunicación interpersonal. Esto mantendrá el spam fuera de tus cuentas personales o confidenciales y limitará el impacto de un posible hackeo. Además, como beneficio adicional, también mantiene tu comunicación más organizada.
Menos es más
Cuando estás creando un perfil o te suscribas a un servicio, sólo proporciona lo absolutamente necesario. Si no afecta tu uso del servicio, considera usar un alias y/o una dirección de correo electrónico anónima. Esto evitará que tu actividad en línea se vincule con tu nombre real.
No compartas tus números de identificación personal
Como número de seguro social, INE, CURP, etc. Las empresas suelen solicitar números así porque vinculan de manera confiable tus datos con muchas otras fuentes, pero no estás obligado a proporcionárselos a nadie, salvo en trámites que tú mismo hayas solicitado.
Restringe la configuración de privacidad
Limita quién puede ver tus publicaciones e información personal en los sitios de redes sociales. Facebook, por ejemplo, proporciona configuraciones de privacidad básicas y orientación sobre cómo limitar tu audiencia.
Piensa antes de publicar, hacer clic en “me gusta” o “registro”
Todas estas acciones pueden agregarte a la base de datos de una empresa u ofrecer a los posibles ladrones una gran cantidad de información personal. Guarda esos detalles para chats grupales privados, mensajes de texto o conversaciones telefónicas.
Ten cuidado al descargar aplicaciones
Muchas aplicaciones funcionan bien sin tener acceso a tu información personal. En lugar de hacer clic automáticamente en “aceptar”, revisa primero el acuerdo de privacidad de cada aplicación y rechaza los permisos innecesarios.
La conclusión es que ser menos generoso con tu información personal puede contribuir en gran medida a que estés más seguro en línea.