Alrededor del mundo, las medidas para contener o reducir las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19 fueron incómodas y forzosas, pero necesarias. Entre ellas podemos mencionar la pausa obligatoria para algunas empresas mexicanas y/o servicios y el aislamiento de trabajadores, acciones que millones tuvieron que poner en práctica pero que hoy se conservan y se conservarán en el futuro cercano, a pesar de la relajación de las medidas de distanciamiento social que muchos países están aplicando.
Durante junio de 2020, en México nos encontramos en el peor momento de la pandemia, sin embargo, ya podemos ir poniendo manos a la obra para aplicar las lecciones que otros países nos han legado respecto a la reactivación económica y la prevención de crisis, aunque no sean provocadas por un virus. Veamos algunas de ellas:
- Estrategia de comunicación
La comunicación es esencial para mantenerse en cercanía con los consumidores, incluso si las operaciones de la empresa han tenido que parar. En este sentido, es importante lanzar mensajes positivos que les ayuden a asimilar el cambio, den esperanza e informen de manera responsable en momentos de incertidumbre.
Este tipo de acciones “humaniza” a las marcas, lo que contribuye a su permanencia en la mente de los consumidores, posterior a la pandemia.
- Recursos especiales
Cada país está aplicando sus propias estrategias para apoyar a las PYMES (pequeñas y medianas empresas), ya que son la base de la economía y dan empleo a gran número de personas a nivel local. En el caso de México, el gobierno ofrece microcréditos de financiamiento a emprendimientos; así mismo, se lleva a cabo la campaña “consume local” con el fin de reforzar la economía mediante la compra de insumos realizados por pequeños productores.
- Conectividad y ciberseguridad
La COVID-19 y la cuarentena han incrementado el consumo de internet y el intercambio de información sensible de las empresas, por lo que los criminales cibernéticos están aprovechando para lanzar ataques de phishing.
Para combatirlos, las empresas mexicanas deben implementar medidas más fuertes de seguridad, tales como restringir el uso de redes públicas para sus colaboradores con el fin de evitar ciberataques, protocolos seguros para acceso remoto (VPN) y software dedicado para su instalación en los dispositivos personales de los colaboradores, en caso de que se los utilicen para trabajar.
Así mismo, para asegurar la conectividad, pueden optar por alternativas seguras y estables de acceso a internet, como la conexión satelital.
- Plan de emergencia para empresas mexicanas
Desafortunadamente, de acuerdo con el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México, Eduardo Daniel Contreras Pérez, hasta el 40% de los negocios en la capital de la república no reabrirá después de la pandemia.
Una de las razones es que la gran mayoría de las empresas de todos los tamaños no cuentan con un plan de emergencia básico que detalle los aspectos a considerar en caso de crisis, como las responsabilidades que tendrá cada unidad de negocio e individuo (jefes, directivos, colaboradores en general), el proceso de descentralización de equipos, los canales de comunicación, las herramientas técnicas necesarias para el trabajo a distancia, etc.
Sobre este último aspecto, hay que considerar que no todas las empresas son aptas para realizar home office; de hecho, de acuerdo a datos de la Universidad Nacional Autónoma de México, sólo dos de cada 10 compañías están preparadas debido al rezago tecnológico y la poca inversión en formación tecnológica y de equipos de trabajo.
La situación económica provocada por la pandemia ha representado un reto mayúsculo para todo el planeta, sin embargo, hoy más que nunca es evidente lo mucho que dependemos unos de los otros. Podemos y debemos aprender de los demás para salir adelante todos juntos.
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